En Famaillá, en el centro de la provincia y 35 kilómetros al sur de la Capital, se enorgullece de considerarse la Capital Nacional de la Empanada. Desde hace 43 años la música y la comida tradicional se conjugan para congregar a miles de tucumanos y visitantes del país, y ser testigos de la coronación de la Campeona o el Campeón Nacional de la Empanada.
La fiesta comienza antes del mediodía, cuando se encienden las decenas de hornos de barro alimentados con leña de la zona, donde se alojarán los manjares y los sueños de muchas mujeres y hombres que buscan quedar en la orgullosa y rica historia de un pueblo que vive al pulso de sus tradiciones y del empuje de sus trabajadores.
Las empanadas son un motivo de orgullo para los tucumanos. Nos acompañan en celebraciones, días patrios y cumpleaños durante todo el año. Es nuestro deber acompañarlas con limón siempre.
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